¿Preguntas? Aquí van las respuestas, empezando por las más recientes:
En la entrevista de la web cultural Universo La Maga el pasado octubre:
En la entrevista de la web cultural Universo La Maga el pasado octubre:
¿Cuándo diste tus primeros pasos por la blogosfera? Se acaban de cumplir tres años, precisamente, y lo hice un
poco medio en broma y sin saber dónde me metía. No imaginé que el experimento
crecería y aguantaría tanto tiempo. Todavía me sorprende.
¿Cómo nació tu pasión
por la literatura? Creo que con los cuentos que me contaban y los que empecé a
leer por mí misma, atraída por la letra escrita. Siempre quería más, más.
Supongo que, de alguna forma, me caí dentro.
¿Cómo surgió el
nombre de tu blog, Bibliomanías y otros desvaríos? Tiene que ver con el origen del propio blog, que empezó como
un lugar de encuentro con amigas donde volcar las ocurrencias a propósito de
los libros que compartíamos. Intercambiábamos correos en los que yo firmaba
como “la bibliomaníaca desaforada” y, cuando aquello se convirtió en blog, tuve
el impulso de llamarlo así. Creía que se quedaría en algo muy íntimo y
limitado.
¿Qué encontrarán los
usuarios que entren en tu Bibliomanías y otros desvaríos? Mi experiencia personal con los libros, sobre todo. Mi forma
de relacionarme con ellos y no solo en cuanto a lo que me cuentan, sino al
simple hecho de estar ahí y a los roces que surgen en nuestra convivencia. Hay notas e impresiones de lecturas,
divagaciones sobre la vida de los libros, citas marcadas por mis puntos de lectura…
Desde este verano, además, ha “heredado” contenidos de otro blog (que ha
quedado en vía muerta) y recoge algunas reflexiones más variadas.
¿Cuáles son tus
autores/as preferidos? Es una pregunta que siempre me resulta algo incómoda, porque
hay muchos autores que son especiales para mí y a veces, depende del momento, puedo
decir uno u otro. Si hay algunos recurrentes son Austen, Dickinson, Baudelaire,
McCullers, Tolkien o Pratchett , según
el ánimo.
¿Cómo ves el panorama
literario en España? Negro… temáticamente hablando. El auge de la literatura
negra está generalizado y parece que hay muchos y buenos autores por estos
lares (según veo y oigo, porque no frecuento el género). Por lo demás, es
cierto que se publica mucho y entre tanto hay mucha paja (no solo en España),
cosa que tampoco es nueva, quizá simplemente ahora es más visible.
Parece que en los últimos tiempos también está en alza
el cuento, el relato corto, y eso
personalmente me parece estupendo porque es una de mis debilidades cien veces
confesas. No tiene, tal vez, la entidad que tiene en la literatura anglosajona,
¿pero quién sabe si no la tendrá? Eso me encantaría.
¿Qué opinas sobre las
redes sociales? ¿Son una herramienta útil para que la cultura crezca? Pueden serlo si se usan adecuadamente, pero también pueden
resultar manipuladoras e intoxicantes, en lo cultural y en cualquier otro
ámbito. Son un instrumento más del que valerse y lo que se haga con él depende
tanto de la intención y el uso de quien lo maneja como de la receptividad del
destinatario. No mata la espada sino quien la empuña.
¿Qué opinas de la
cada vez mayor publicación de libros autoeditados? La facilidad para la autopublicación (lo de “edición” a
veces brilla por su ausencia) está abriendo hueco a muchos autores noveles o aficionados de todo tipo de pelaje. Los hay
que sorprenden por una calidad que no esperas en obras de este tipo (todavía se
tienen muchos prejuicios pero, no nos engañemos, también nos sorprenden otras
veces la mala calidad de obras publicadas por editoriales reconocidas). Otros
necesitan un pulido o incluso un barrido a fondo. No sé si es negativo en sí
mismo, aunque entre tanta vorágine es difícil orientarse. ¿Se pueden embridar las olas?
¿Qué opinas sobre el
dilema entre libro impreso y libro digital? ¿Crees que coexistirán en el futuro
o que uno de los dos formatos desbancará al otro? Imaginar un futuro sin libros en papel tiene un algo de
apocalíptico, para mí. Todo evoluciona, lo sé, y el papel puede llegar a
extinguirse incluso por necesidad, pero el tacto del libro, el olor, la
sensación de pasar las páginas e incluso de acariciar los lomos en la
estantería… Tengo un lector electrónico y lo uso, por comodidad sobre todo (y a
veces por el precio), pero no es lo mismo. Prefiero seguir pensando en una
posible hegemonía del libro digital como tema de ciencia ficción. Espero que se
pueda seguir eligiendo.
¿Qué opinas sobre la
piratería en la literatura (en forma de libros descargables) y las plataformas
que la ofrecen? ¿Ayudan a difundir la cultura o, por el contrario, dañan a
los/as autores/as? En muchos casos dañan más a las editoriales que a los
autores pero sí, los perjudican, qué duda cabe. Sobre todo en esas ocasiones en
que se piratean libros autoeditados, que se pueden adquirir por precios
ridículos, y no entiendo qué ganan con ello, o más bien qué se ahorran. ¿Uno,
dos, tres euros? ¿Lo que cuesta una cerveza? Es absurdo y estúpido. Otra cosa
es que yo quiera compartir los libros que me descargo legalmente (los hay
gratuitos sin piratería de por medio), igual que comparto mis libros en papel
con la gente de mi entorno. Creo que es un modo de difusión válido, como lo es
una biblioteca. Si les gusta, hablarán de ello y otros lo comprarán, o ellos
mismos querrán tenerlo o regalarlo.
En De
barbechos, sorteos y sonrisas lobunas, en respuesta a Ana Bolox de Detrás de un escrito.
¿Cuál fue el primer libro que leíste? “Miffy en el zoo”, de
Dick Bruna. Mi memoria portentosa lo recuerda bien… o no, quizá sea solamente
que el hecho de que el libro y unos cuadritos copiados de sus páginas hayan
estado por casa durante tiempo inmemorial. Quizá ni siquiera supiera leer
cuando lo manoseé, así que quizá no cuenta, pero fue el primer libro que me
llevé a la cama y eso es importante, ¿no?
¿Por qué escribes? Porque no sé cómo no hacerlo, sobre todo, y
menos a estas alturas. Cuando llevas casi cuarenta años haciendo algo ya se ha
convertido en una parte de ti tan palpable como la oreja o el dedo gordo del
pie. Siempre me gustó poner por escrito todo lo que me pasaba por la cabeza, en
su mayor parte historias descabelladas o reflexiones que, si no hubiera acabado
rompiendo, hoy me sonrojarían. Y desde que vi mis palabras impresas en formato
palpable y accesible al público la enfermedad se me metió en las venas y
tendrían que desangrarme para que lo dejara.
¿Cuál es tu musa o tu inspiración? Uy, musas… adoro a las nueve
hijas de Mnemosine como figuras mitológicas, pero no creo en ellas como fuentes
de la inspiración, algo de lo que hablé hace un tiempo (El
soplo de las musas, ya que me has dado pie a la autocita). Lo que de verdad
me inspira, aparte de los libros, es la vida que pasa alrededor… y la que no se
ve pasar también; digamos que la curiosidad y un cierto afán peliculero se
ponen el quitón para soplarme, o más bien gritarme al oído unas cuantas
preguntas que requieren respuestas por escrito.
¿Cuál ha sido tu gran amor? Decir “las palabras” queda fatal,
¿verdad? Vale, me centraré en el ámbito humano: mi abuelo, mi Yeye, lo he
querido como a nadie. Luego llegaron mi costalero y su santa paciencia.
¿Escribes lo que vives o vives lo que escribes? Un poco de cada
hasta cierto punto. Siempre hay algo de mí en lo que escribo: una experiencia,
un recuerdo, un sentimiento o simplemente una perspectiva de las cosas. Eso no
significa que escriba sobre mí, sobre todo cuando se trata de ficción (porque
entonces no sería ficción sino autobiografía). Creo que, si no dejara una parte
de mí respirar dentro de toda esa estructura elaborada desde la racionalidad,
lo escrito se llenaría de frío y, como friolera que soy, intento evitarlo en la
medida que soy capaz. Me gustaría conseguir el equilibrio, ¿y a quién no? Por
eso sigo practicando.
¿Como te iniciaste en la lectura?¿Recuerdas con qué libro? Curiosamente
y a pesar de mi memoria a largo plazo, no recuerdo un libro concreto pero sí
tengo grabados los cuentos que una tía abuela me contaba y cómo, en mi casa, me
moría por conocer otros mil cuentos que debía de haber dentro de las páginas de
los libros. Así, por cabezonería, empecé a leer para adentrarme en todas las
historias y, desde entonces, no he parado.
Presenta el mejor libro de los leídos, el que te ha dejado huella. Como
he dicho en otras ocasiones, no puedo elegir solo uno. Huella me han dejado
muchos, cada uno en un momento de mi vida y de una manera distinta. Por
ejemplo, en la adolescencia me marcaron “El Señor de los Anillos” de Tolkien,
“El guardián entre el centeno” de Salinger o “Demian” y “Bajo las ruedas” de
Herman Hesse, aunque no fueron los únicos. Después, vinieron muchos otros.
Eres seguidor de otros blogs, eso lo doy por supuesto. ¿Qué buscas en
ellos? Aprender, conocer cosas nuevas, ver otros puntos de vista de lo
que ya conozco y, también, un poco de diversión, cómo no.
Dame mínimo tres
razones por las que leer te resulte de vital importancia. Me complace, me
enseña (para bien o para mal) y me alimenta el alma.
¿Para elegir un libro te dejas guiar por la crítica o los eliges
personalmente según tu criterio? y si es lo segundo ¿De qué criterio se
trata? Un poco de guía nunca viene mal, pero con mesura.
Demasiadas críticas en uno u otro sentido me lanzan en dirección contraria. Me
gusta ir a mi aire, dejarme llevar por la querencia o las corazonadas y, cuando
alguno está muy presente en los medios, suelo esperar a que se enfríe para
cogerlo con más objetividad (o eso intento).
Nombra tu género preferido, tu autor favorito y tu personaje ideal. Según
el momento y con reservas. Salvo claras excepciones, no me gusta encajonar a
los libros en casilleros inamovibles. Las letras son abiertas, se expanden, no
pueden clavarse como mariposas atravesadas por alfileres, pueden morir igual
que ellas. De hecho, lo que más me gusta de un libro es que trascienda los
géneros, que esa etiqueta de clasificación sea lo que menos importe. No hay un
solo estilo, un solo autor, un solo personaje. Si te digo uno ahora, mañana
puede ser otro completamente distinto.
Eres lector de biblioteca, de bus y metro, casero, de salas de
espera... ¿Donde lees con preferencia? Por gusto, en un sillón junto a
la ventana y, a poder ser, con una taza de té o una copa de vino a mano. Sobre
todo y por necesidad, en el transporte público: paso mucho tiempo en él y no
hay mejor manera de aprovecharlo. Y en cualquier otro sitio por el que pase con
un libro.
Nómbrame las tres lecturas que más te han gustado este año pasado de
todas las leídas. Podría decir “Mr. Gwyn” de Alessandro Baricco, “NW
London” de Zadie Smith y la relectura de “El corazón es un cazador solitario”
de Carson McCullers. Aunque hubo otras que me llegaron hondo, también.
¿Qué cualidad le presupones a los blogs que tienen más seguidores? Seriedad,
coherencia y entendimiento (hacia el lector).
Tres libros que te hayas propuesto leer este año. Por no
repetir los ya citados en los retos, “Una puerta que nunca encontré” de Tom
Wolfe y alguno de Siri Hustvedt y James Salter, por ejemplo.
¿Cual fue el comienzo de tu blog y que te impulsó a crearlo? Comenzó
un poco a lo tonto y sin estar segura de lo que hacía, ampliando lo que venía
haciendo en pequeña escala con un grupo de amigas (la Sociedad Literaria de las
Trufas de Avellana). De pronto me encontré con esto entre las manos.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir? Depende de en qué
momento de mi vida, más de uno. En mi
vertiente fantasiosa, me hubiera encantado crear algo como “El castillo
ambulante” de Diana Wynne Jones.
¿Qué libros guardas con especial cariño de tu infancia y adolescencia? Los
de Emilio Salgari, Julio Verne y Louisa May Alcott, por ejemplo.
¿Qué personaje de ficción te gustaría que fuera tu mejor amigo/a? Uf,
no lo sé. Quizá Sam Gamyi, tan leal.
¿Sigues otros blogs que no tengan nada que ver con la lectura?
¿Cuáles? Algunos de música, cine o cocina, por ejemplo.
¿Qué personaje de ficción te gustaría ser? Esa sí que es
difícil. No estoy segura de “querer” ser un personaje de ficción. Bastante
tengo con ser yo misma en esta confusa realidad.
¿Cuál es el mejor libro que has leído en tu vida? No puedo ser tan taxativa. He leído
libros que me han parecido magníficos en una o varias ocasiones, pero no puedo
asegurar que fueran los mejores, ni que me causaran la misma impresión en una
relectura, ni tampoco puedo elegir sólo uno. No, no lo sé.
¿Participas en algún club de lectura de tu pueblo o ciudad? En
clubes de lectura asistenciales, no. He frecuentado algún foro literario (como
Ábrete Libro), aunque últimamente no paso por ninguno.
¿Qué novela escogerías para pasar una noche de miedo? Más que
una novela, una colección de relatos: la serie de Cthulhu de Lovecraft.
¿Te dejas guiar por las listas de los libros más vendidos a la
hora de elegir tus lecturas? Pensaba decirte rotundamente “No”, pero te mentiría. Mi espíritu de la
contradicción me lleva a tener en cuenta los libros más vendidos o leídos,
según las listas convencionales, para dejarlos a un lado al menos durante un
tiempo.
¿Con qué escritor, vivo o muerto, te gustaría poder mantener una
conversación que durase horas y horas? Te empeñas en ponérmelo difícil,
porque hay muchos escritores que me gustaría haber conocido y con quienes
charlaría si no me entrara una timidez galopante. Te diría, por ejemplo,
Virginia Woolf. Quizá mañana te dijera otro.
En Brindis:
esto es lo que hay y ya iremos a por más, en respuesta a Ana
Bolox de Detrás de
un escrito.
Después de ti,
¿quién es la persona que primero lee lo que escribes? Depende de qué se trate y del momento. En
principio, mi costalero y un pequeño grupo de amigas llamado La Sociedad Literaria de las Trufas de Avellana,
ejem…
Literariamente
hablando, ¿dónde te ves dentro de 5 años? No me gusta mirar hacia hipotéticos futuros. Me da vértigo.
¿Cuántos blogs
diferentes has tenido a lo largo de tu vida? Este es el primero y al que más tiempo dedico. Una casa con muchas puertas y mi ventana al mundo convive con él, aunque lo actualizo de forma
aún más errática. Y hubo un experimento fugaz… nada para recordar.
¿Cuál es tu autor
favorito? Me siento incapaz de
responder a preguntas tan categóricas. No hay un único autor, como no hay un
único libro ni un único momento que querría atesorar.
¿Qué libro
consideras que todo el mundo debería leer al menos una vez en la vida? Tampoco podría decirlo. Basta que se imponga
un libro para no disfrutarlo como si se escogiera libremente.
¿Cuál es el estado
de ánimo que más te inspira para escribir? El estado de ebullición.
Define tu blog. Uno de los síntomas de mi locura.
¿Qué tres
características crees que te definen mejor como persona? ¿La persona que creo ser o la que quiero
ser? Diría que la inquietud, la inseguridad y la risa, pero podría equivocarme.
¿Además de
escribir, qué otras pasiones llenan tu vida? Leer; esa es la primera. Luego, leer. Después está escribir, justo antes
de volver a leer.
¿Tienes alguna
música en particular que te inspire o te predisponga a escribir? No especialmente. A veces incluso me estorba.
¿Sobre qué tema no
escribirías jamás? Hay tantos
que quedan fuera de mi alcance… Casi me resultaría más fácil decir sobre cuáles
sí me atrevería. Tengo que sentirme cómoda primero.
En Cadena
de test, en respuesta a Seri de El borde de la realidad.
El último libro que has leído: El último terminado ha sido
“El océano al final del camino” de Neil Gaiman.
Libro que cambió tu forma de pensar: Hay muchos que me han
agitado por dentro y me han hecho pensar, pero recuerdo que, en la
adolescencia, el "Demian" de Herman Hesse me conmocionó.
El último libro que te hizo llorar: Pues soy muy llorona, así
que lo he hecho varias veces, pero creo que la última vez fue con "Del
color de la leche" de Nell Leyshon.
El último libro que te hizo reír: Para variar, uno de
Pratchett: “¡Voto a bríos!”.
Un libro prestado que no te han devuelto: Me temo que ha sido
más de uno, hasta que he ido escarmentando. Ahora mismo estoy esperando como
agua de mayo la devolución de mis "Crónicas de Cranford" de Elizabeth
Gaskell, joyita, joyita mía... Un año largo hace que lo presté.
Un libro prestado que no has devuelto: Los devuelvo
religiosamente. No puedo hacer lo que no me gusta que me hagan a mí.
Un libro que volverías a leer: Uff, son tantos que no podría
escoger uno solo. Ahora tengo intención de releer, a no mucho tardar, “El
corazón es un cazador solitario” de Carson McCullers.
Un libro que regalarías a ciegas: Acabo de comprar una edición
de "Cranford" para un regalo de cumpleaños, por ejemplo.
Un libro que te sorprendió para bien: El “Ulises” de Joyce. Lo
empecé llena de temores y complejos y lo terminé asombrada y feliz.
Uno de los primeros libros que leíste en la escuela: Queda ya
tan lejos que no puedo recordarlo. Me suena que la versión adaptada de algún
clásico, pero no estoy segura.
Un libro que robaste: Ninguno. Aunque hubiera querido robarlo
(que no es el caso), soy tan torpe que me habría sentido incapaz.
Un libro que encontraste perdido: No recuerdo haber encontrado
ninguno… qué dolor pensar en perder uno. ¡Y más si lo estás leyendo!
El autor del que más libros tienes: Creo que de Agatha
Christie, que lo tengo casi todo. Es lo que tienen las compulsiones: me gusta
un autor y voy a por todo lo que puedo encontrar.
Un libro valioso: Valiosos, emocionalmente, hay muchos. Supongo que el más valioso, hasta ahora, el
que contiene un autógrafo con dibujo incluido de José Hierro, conseguido en una
entrega de premios de poemas y relatos que llevaba su nombre.
El libro que lees ahora mismo: Estoy acabando “¿Quién ha visto
el viento?”, recopilatorio de relatos de Carson McCullers.
Un libro que prohibirías: Uf… esta es difícil. Hay muchos
libros que me parecen absurdos, terribles o detestables, pero prohibir… Ni
siquiera en lo intelectual estoy a favor de las tiranías.
Un libro que llevas tiempo queriendo leer: Muchos, creo que
demasiados. “Middlemarch” de George Eliot, por ejemplo.
El próximo libro que vas a leer: Creo que “NW London” de Zadie
Smith, pero no lo tengo del todo decidido.
Libro que no leerías jamás: Unos cuantos, también. Hay muchos
libros que me interesan y poco tiempo para leerlos todos como para perderlo en
los que no me apetecen.
Tu trilogía o saga preferida: Por encima de todas, “El señor de
los anillos” de Tolkien.
En Premio
Liebster Award… a pares, en respuesta a Marisa C. de Entre mil letras
¿Un libro con el que luego hayas soñado? Uf, tengo la mala (o buena) costumbre de
soñar con el que haya estado leyendo antes de dormir, así que he soñado con
muchos… hasta he tenido pesadillas.
¿Te has enamorado alguna vez de un personaje,
mientras leías el libro? En
tantos años de lecturas, he tenido la suerte de conocer tan buenos personajes
que me he enamorado de más de uno, a menudo de los secundarios y de los
marginales o conflictivos. Por ejemplo, Lennie de “De ratones y hombres”
de Steinbeck.
¿Cómo llevas eso de prestar libros? Con mucho cuidado y sólo a personas de
confianza.
¿Hay algún género que no leerías nunca? A priori, no; para juzgar hay que conocer.
Aunque hay una serie de libros que están tan al fondo de la biblioteca de los
libros por leer que nunca llegaré a ellos.
¿Te gusta recomendar libros? Sí, con las limitaciones que da el intentar
empatizar con los gustos de la otra parte…, aunque a veces el entusiasmo me
ciega o, al menos, me deja un poco tuerta.
¿Te gusta regalar libros? Desde luego, aunque no tengo tantas ocasiones
para hacerlo como me gustaría.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir? Esta es difícil, porque he tenido esa
sensación muchas veces. Me hubiera gustado escribir, por ejemplo, “El castillo
ambulante” o algo parecido. Una historia mágica, divertida y encantadora. O, a
un nivel más complejo, “Pequeño, grande”. Ambiciosa que es una.
¿Eres de los que se recorren las ferias del
libro para ver de cerca a alguno de tus escritores favoritos? Hoy por hoy, no. Cuando era una jovenzuela un
poco mitómana, iba a ferias del libro, a conferencias o lo que fuera y, si
conseguía hablar con él, volvía a casa como unas castañuelas.
¿En qué momento del día prefieres leer? En cualquiera que tenga libre.
¿Tienes un lugar favorito para leer? Últimamente, un sillón orejero de mi salón
que me permite acurrucarme cómodamente y tener a mano una taza de algo
calentito o una copa reconfortante, depende del momento.
¿Te van los e-books? Me va la comodidad que me ofrecen: el poder leer
libros de gran volumen en el transporte público sin tener que cargar con todo
su peso, o llevar varios en poco espacio cuando voy de vacaciones. Pero el
placer del papel escrito sigue siendo especial.
Y a Lady Aliena de Páginas y Secretos.
¿Cuál es tu género literario favorito? El narrativo, especialmente la novela y el
relato.
¿A qué personaje de ficción elegirías para
una cena romántica? No
sé, tal vez a Vronski. No me cae bien, pero para dejarse seducir en una noche
de amour fou probablemente
sea adecuado.
¿Qué libro te llevarías en un viaje alrededor
del mundo? Es mucho
tiempo para llevarme uno solo. Probablemente alguno de Austen, entre otros, y
quizá otro de Pratchett; son dos autores muy diferentes, pero nunca me canso de
ellos.
¿Cómo seleccionas tus lecturas? Más bien me seleccionan las lecturas a mí. Me
suelen saltar a la yugular y decidir entre varias, a veces, es cuestión de cara
o cruz.
¿Lees por placer o por obligación? Por placer, siempre. Incluso cuando lo he
tenido que hacer por obligación.
¿Novela histórica o ciencia ficción? Depende del momento, porque me gustan las
dos.
¿Miguel de Cervantes o Shakespeare? Pues Shakespeare me encanta, qué le voy a
hacer.
Si tuvieras que viajar en el tiempo ¿a qué
libro te teletransportarías? Quizá a “Orgullo y prejuicio” para conocer a Lizzy y Darcy, pero con
vuelta a no mucho tardar, que era una época poco agradecida para las mujeres.
Autor favorito. No podría decir uno de forma absoluta, ni
siquiera a Jane Austen, que me encanta, porque hay muchos cuya lectura me
provoca entusiasmo.
¿Lees solamente en español? En los últimos tiempos me he vuelto perezosa
y leo en castellano casi siempre, aunque a veces vuelvo a algunos de mis viejos
libros en inglés o francés.
¿Autores españoles o extranjeros? No tengo intención de discriminar, mis
preferencias dependen del estilo y no de la nacionalidad, pero suelo acabar
leyendo a autores “angloescribientes”, sobre todo.
En Premio
Liebster Award, en respuesta a Marga, de ¿Qué estás leyendo?
¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la lectura? Uf, es
tan antiguo que casi es mi primer recuerdo de cualquier tipo: tenía tantas
ganas de no depender de nadie para contarme los cuentos que tanto me gustaban
que aprendí a leerlos de pura cabezonería. Ahí empezó mi fiebre.
¿Con qué personaje literario te identificas más? Es complicado.
En parte, depende del momento y, por lo general, de los secundarios. Tendrá su
explicación psicológica seguramente. A menudo, con Pippin Tuk: atolondrada,
impulsiva, soñadora y con mucha, mucha curiosidad por el mundo y más allá.
¿Hay algún lugar especial donde te gusta leer? Creo que no hay
lugar donde no sea capaz de leer, pero es un gusto leer acurrucada en mi sillón
orejero, junto a la ventana y con una copa de vino o un té a mano, en la
mesita. O, cuando el tiempo es una caricia, acomodada en la terraza de forma
muy parecida.
¿Cómo elegiste el nombre del blog? De forma impulsiva, como lo
hago casi todo. Desde que comparto libros y comentarios sobre ellos con mis
amigas hablo de mí misma como “la bibliomaníaca desaforada” y todo vino de
golpe. Al animarme con el blog, no podía llamarlo de otra manera.
¿Qué persona influyó más en tu afición a la lectura? Muchas en
general y ninguna en concreto. Una tía abuela que me contaba cuentos que
adaptaba de “Las mil y una noches”, quizá, fue quien provocó que quisiera
descubrir más de ese mundo hecho de letras.
¿Qué libro eres incapaz de terminar? No recuerdo ninguno. He
intentado terminar todos los que he empezado, aunque tardara en hacerlo.
Probablemente dejé alguno por imposible en la adolescencia, pero si fue así no
lo recuerdo.
¿Escribes el blog de forma organizada o según vayan surgiendo temas? Lo
único que escribo con cierta organización son las “notas de cata” mensuales. El
resto de las entradas las voy escribiendo a medida que van surgiendo las
oportunidades o las ideas. Cuando mi cabeza está peor de lo normal se nota más
la irregularidad, claro.
¿Papel o libro electrónico? ¿Lees indistintamente en uno u otro
formato? Lo cierto es que el libro electrónico es muy cómodo a la hora
de alternar lecturas y no sobrecargarme de peso, dado que habitualmente leo en
el transporte público. Pero el papel es el papel, el placer de pasar las
páginas, de marcarlas, palparlas e incluso olerlas… Al final leo de cualquier
manera, el caso es leer.
Después de terminar un libro ¿parece que nadie lo ha abierto o está
lleno de subrayados y anotaciones? Para mí, los libros son como las
casas: tienen que estar vividos, marcados por mi paso, forman parte de mí. Son
el hogar de mi mente.
¿De quién no dejarías nunca de comprar un libro? No dejo de
comprar los libros de Terry Pratchett, uno de mis escritores fetiche. Tengo
pendiente el que acaba de salir publicado y me haré con él cualquiera de estos
días.
¿Cuántos libros escritos por mujeres has leído en el último año? En
lo que va de año, veintiséis de un total de setenta.
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