Leer es un vicio solitario que se puede compartir.

Tengo otros pero suenan menos adecuados.

Notas de cata: Lou Andreas-Salomé y R.M. Rilke, Wilkie Collins, Fernando G. Pañeda, Julio Llamazares, Edgar Neville, Katherine A. Porter, Thomas Wolfe.

Aunque sin dejar de lado la risa (algo casi imposible en mi caso), este mes ha sido más variado, tanto en género como en estilo: cartas, novelas, ensayo (que aún no he terminado), humor, amor, literatura… Y aquí dejo el resultado.

CORRESPONDENCIA. Lou Andreas-Salomé – Rainer Maria Rilke.

Breve pero intensa, esta colección de cartas entre estos dos escritores es una pieza destinada a quien desea conocer un poco del tormentoso pensamiento del poeta, siempre que se tenga curiosidad por adentrarse en estos caminos asilvestrados. Confieso que soy una de esas admiradoras compulsivas que disfrutan, no solo de la obra de sus favoritos, sino también de su vida, motivaciones y todos esos pequeños detalles que rodean su creatividad.

Para maridar con: curiosos, mitómanos, fetichistas literarios.

SEÑORA O SEÑORITA. Wilkie Collins

Entre la intriga folletinesca y la comedia de enredo, esta obrita de Collins utiliza tipos y tópicos conocidos:  el galán encantador, el villano malísimo, la muchacha inocente, el amor imposible y los matrimonios de conveniencia… Todos los elementos para construir una historia entretenida con algunos momentos, incluso, divertidos (como el baño en el mar del héroe), aunque le falta garra. Me gusta el punto irónico; la solución fácil, no.

Para maridar con: quienes necesiten una lectura rápida y amena.


SUEÑO Y AZAR. Fernando García Pañeda

Novela breve, juego de piezas engranadas, estructura cuidadosamente dibujada. La música como hilo conductor. Y el frágil hilo del amor. Nacida de una anécdota, la trama recorre el camino del cangrejo y, durante el trazado, va dejando pistas que seguir engarzando. Un plato en apariencia sencillo que merece la pena degustar.  

Para maridar con: los que gustan de historias sensibles, que no sentimentales.

DISTINTAS FORMAS DE MIRAR EL AGUA. Julio Llamazares

Suelo dejar enfriar aquello que me recomiendan con entusiasmo ya que las altas expectativas, demasiado a menudo, acaban por verse defraudadas. Quizá la falta de ese espacio de seguridad tuvo la culpa de que este libro me decepcionara. Cuando lo empecé, me gustaba la historia que quería contar y me interesaba la manera de contarla, desde una perspectiva polifónica. Ahí chocamos, porque si el violín y el trombón me suenan igual, no soy capaz de apreciar la orquesta. Quizá sea esta mi mayor objeción: la monotonía de las voces. El quedarme con la sensación de que podía dar más de sí, de que la instrumentación se quedaba corta para lo prometedor de la melodía. La interpretación era correcta pero le faltaron notas para convencer, para emocionar.

Para maridar con: aficionados a las historias intimistas y la evocación de lo pasado.  

DON CLORATO DE POTASA. Edgar Neville.

Conocía al Neville escritor por referencias y al cinematográfico un poco más pero, sabiendo del carácter humorístico de su obra, fue imposible resistirme a este librito que me ofreció una amiga. No me arrepiento de ello. Aunque sea un tópico, delirante y absurdo son los adjetivos que mejor califican esta historia de tres jóvenes alocados que, tras cometer un crimen, emprenden la más surrealista de las huidas. Llegué a soltar la carcajada. Satírico hasta el sinsentido, apenas da tregua en el ritmo galopante de las páginas. Se lee tan rápido que apenas te das cuenta de haberlo terminado. Y te deja con la sonrisa, todavía, durante un rato.

Para maridar con: gente sonriente, riente y carcajeante.  

PÁLIDO CABALLO, PÁLIDO JINETE. Katherine Anne Porter

Tres novelas cortas ligadas por una cierta noción de la inevitabilidad. Dos ambientes del viejo sur estadounidense, distintos y en cierto modo complementarios. Una voz potente y a la vez evocadora.

La primera de ellas (“Vieja mortalidad”) tiene en común con la tercera, que da título al volumen, a su protagonista Miranda, un alter ego de Porter. De ella se sirve para para exorcizar antiguos demonios: desde una infancia en el cambio de siglo hasta la experiencia de la I Guerra Mundial y la gripe española, que ella misma padeció.

Entre medias, “Vino de mediodía”, un retrato vívido y conciso del mundo rural sureño, una espléndida muestra de la habilidad narrativa de la autora.

Un libro formidable, en su conjunto. Una lectura para repetir.

Para maridar con: lectores hambrientos del buen contar.

HERMANA MUERTE. Thomas Wolfe

Impactante, como lo es Wolfe siempre, esa forma de contar que tiene me llega a lo más profundo. El discurrir del pensamiento y de las frases, la capacidad para condensar y, al mismo tiempo, ser lírico y exuberante… quizá, en algún momento, demasiado exuberante. Pero no es fácil vestir a la Muerte de belleza y él lo consigue. La Muerte, el Sueño, la Soledad… Conmoción y maravilla. Placer sensorial.

Creo que no debería volver a comentar a Wolfe; no soy objetiva.


Para maridar con: amantes de lo bello y lo triste.  

8 comentarios:

  1. Una cata excelente, Zazou. Se nota que tienes un exquisito paladar. Me llama la atención la Correspondencia entre Lou Andreas Salomé y Rainer María Rilke (será por mi manifiesto fetichismo literario) y el de Wilkie Collins de quien -que no se entere nadie, por Dios- no he leído nunca nada.
    Un abrazo y a ver qué "bebes" en julio. Seguro que tan bueno o más que en junilo

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  2. Mis ojos han frenado en seco cuando han leído Edgar Neville. Ya te lo he dicho todo, me pongo a maridarlo lo antes posible. ;D. Abrazos.

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  3. De toda esta cata me quedo con mi debilidad: Thomas Wolfe, al que desde El niño perdido no he vuelto a leer porque lo tengo ahí como una joyita que no quiero estrenar, que me gusta contemplar :)

    Un abrazo

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  4. Me re-apunto el de Thomas Wolfe y me apunto el de Edgar Neville. Viva el contraste.
    Aunque el de Rilke también me tienta. Si me gusta la literatura epistolar y me encanta "Cartas a un joven poeta", este me tiene que gustar también, seguro.
    Gracias, como siempre, por tus interesantes sugerencias.
    Un saludo.

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  5. Tengo pendiente el de Sueño y Azar, que caerá en breve.

    Me alegra saber que hay más gente que se ha leído Dos Clorato de Potasa, alguien nacido después de 1930, digo.

    A mí el principio me pareció genial, lo de la fiesta esa en la que hacen lo que hacen por no decepcionar... glorioso. El final americano, flojo, y un pegote en toda regla.

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  6. Deberes para antes de terminar el año: Estrenarme con Wolfe. Y con Collins. Bueno, primero con Wolfe, que es el que lleva más tiempo esperando su turno para que nos conozcamos.
    Un beso!

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  7. Juan Carlos: La edición que tengo no es la correspondencia completa sino una selección, pero ha sido muy interesante. Tengo por ahí, también, la que se intercambiaron Rilke, Pasternak y Tsvetaieva y cualquiera de estos días me pongo también con ella.

    Carax: Ay es poco...

    Marisa: Lo que me he reído, niña,, lo que me he reído...

    Ana Blasfuemia: Joya es poco. "El niño perdido" me fascinó. "Una puerta que nunca encontré" me dejó a sus pies. Con "Hermana Muerte" he terminado por ser suya para siempre...

    Ángeles: Pues son buenas elecciones todas, cada una en su estilo. Lo cierto es que ha sido un buen mes.

    Loque: Lo de Neville ha sido accidental... y cómo me alegro de ello, qué buen rato pasé. Y en lo de la segunda parte estoy completamente de acuerdo: era innecesaria, aunque tiene su gracia.

    Teresa: Wolfe es maravilloso, espero que no te defraude. Si vas a empezar con Collins, "La dama de blanco" o "La piedra lunar" son magníficas.

    Gracias por vuestra visita.

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