Enero ha sido un mes variado y prolijo en lecturas, desde los coletazos navideños de primeros a la fantasía inteligente con que llegó el final, pasando por un clásico como Maupassant. y una nueva relectura de mi admirada Austen. No he podido tener mejor celebración de cumpleaños que las lecturas con que estuvo ambientado.
CUENTOS DE NAVIDAD POLITICAMENTE
CORRECTOS. James Finn Garner
Última entrega de este juego satírico
sobre el concepto, tan en boga, de lo políticamente correcto. Después de haber
leído los anteriores, resulta un poco repetitivo en las intenciones y en muchas
humoradas obvias, pero no deja de despertar la sonrisa en más de una ocasión.
De este conjunto de relatos esperaba un
humor más ácido, sin embargo encontré una ironía agridulce que, al principio, me
dejó desconcertada. Quizá fue por algunas concesiones levemente románticas que
no me esperaba, pero a medida que iba avanzando se iba afianzando la impresión
de la crítica sutilmente mordaz, enfocada a las relaciones entre los miembros
de la burguesía alocada y a veces bohemia de la primera mitad del siglo XX. Lo
terminé con una sonrisa, una ligera sensación de melancolía y el deseo de
seguir conociendo la obra de Gibbons.
¡GUARDIAS! ¿GUARDIAS? Terry Pratchett
De las novelas enmarcadas en el
enloquecido Mundodisco, esta primera dedicada a la Guardia Nocturna de
Ankh-Morpok es la presentación de uno de los mejores personajes de Pratchett:
el capitán Sam Vimes, en el cual personaliza una carga de cinismo crítico capaz
de provocar acidez de estómago. Porque uno de los rasgos favoritos de este
escritor, para mí, es su capacidad para arrojarnos a la cara verdades como
puños en medio del absurdo y hacernos reír para, luego, pensar. Y con las
aventuras de la Guardia se ríe, se piensa y se ríe un poco más.
BEL AMI. Guy de Maupassant
Hace ya muchos años que leí los relatos
de Maupassant y mi recuerdo de ellos es bueno, aunque vago. Si de alguno guardo
más detalles en la memoria es de ‘Bola de sebo’, una miniatura maestra. A sus
novelas no me había enfrentado todavía hasta ahora. Ésta constituye el retrato
de un arribista seductor que va perdiendo los escrúpulos tanto más asciende en
la vida. Sencilla en la estructura, directa en el lenguaje, esquiva en los
juicios; se deja leer con agilidad y caracteriza a los personajes con las
líneas escasas pero precisas de un boceto, descolgándose a veces con
descripciones que despliegan ante los ojos imágenes sugerentes.
MANSFIELD PARK. Jane Austen
He vuelto a caer, sí. He lo releído. Me
dejé persuadir para compartir impresiones con algunos buenos compañeros de
lectura. Y me ha servido para reencontrarme con esta especie de Cenicienta de
la Regencia vestida de muselina e ironía. Entre ambientaciones espléndidas y
personajes inolvidables, la crítica social bulle a fuego moderado pero estable para dejar un
buen sabor en la boca, a pesar del regusto insípido que encuentro en los
protagonistas. Aunque no es mi obra favorita de Austen, ha merecido la pena
volver a leerla.
PEQUEÑO, GRANDE. John Crowley
Hace años que me recomendaron este
libro y que iba relegando su lectura, perezosa, y ahora que por fin lo he leído
me arrepiento de haber esperado tanto. Es un compendio de referencias míticas y
literarias reunidas en una historia original, espiral, absorbente. Una historia
con historias anidadas, magia exudada en cada página, lirismo y fascinación a
la enésima potencia, alarde de envidiable maestría… Pequeña, yo mientras lo
leía. Grande, sin duda alguna el libro. Desde ahora es uno de mis favoritos
EL FIN DE MI VIDA. Graham Joyce
Estupenda toma de contacto con un
escritor que quiero seguir conociendo. Envidio el poder de evocación de su
lenguaje, en absoluto florido pero siempre lleno de intencionalidad. No es una
historia fantástica, realmente, aunque hay una cualidad mítica y casi mística
que lo envuelve todo. En cierto modo, es una novela de iniciación, de
crecimiento: el enfrentamiento de Fern, su protagonista, con su propia madurez.
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