En estos días de tiempo atropellado por los compromisos familiares, comidas
y cenas casi siempre abrumadoras y compras intensivas, encontrar el momento
para leer parece una prueba tan difícil como encontrar la última muñeca de
moda, esa que quieren nuestra niña y mil más y que ha desaparecido de todas las
tiendas que has visitado... Pero el momento existe, lo sabes porque has
aprendido a encontrarlo, abriéndote paso entre los paquetes, los turrones y las
felicitaciones a todas horas. Y aquí estás, acurrucada en el sillón durante esa
sobremesa en las que todos dormitan, envuelta en las sábanas de la cama antes
de despedirte del agotador día o, incluso, atrincherada en el cuarto de baño
porque es el único sitio donde se te respeta la soledad. Leyendo.
¿Y qué estás leyendo? ¿Qué libro has elegido para estas fechas? ¿Uno que
tenías pendiente, el que te dejó Papá Noel junto al árbol anoche o has escogido
especialmente uno de temática navideña?
Cada año, al llegar estas fechas, aparecen innumerables libros que giran en
torno a la Navidad, muchos de ellos viejos conocidos. Los escaparates están
llenos de ejemplares de “El cuento de Navidad” de Dickens, está claro, pero
también he visto “El cuento de Navidad de Auggie Wren” de Auster y la
recopilación de relatos irónicos “Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella
Gibbons, entre otros.
Yo sí he caído en el tema navideño, en parte gracias a mis compañeros del
foro “Abrete Libro”, a los que me he unido en los comentarios a las preciosas “Cartas
de Papá Noel” que Tolkien escribía a sus hijos pequeños y que podemos disfrutar
gracias a una preciosa edición de la editorial Minotauro. Con ellos también,
hemos retomado la tradición británica de leer historias de miedo en estos días
y, cada día, comentamos uno de los cuentos que forman “El guardavías y otros
relatos de fantasmas”, de Charles Dickens. Además, los “Cuentos navideños
políticamente correctos” de James Finn Garner me despiertan la sonrisa
sardónica a ratos.
Y vosotros, ¿qué
leéis?